viernes, 2 de abril de 2010

Paseando por Holly-Land


1. Palermo casi santo.
2. Antes hubiera sido un disfraz del turco, o K, pero ahora... tocó Ricky. Nótese el abanico de Locomía. Alguien me explica el por qué?
3. Crecimiento exponencial. La enredadera se tragó al árbol, literalmente.

4 comentarios:

  1. jajajajaja... qué perlitas que encontraste!!

    Ayer pasé -como todos los días- por una casa de disfraces y cotillón, y vi un maniquí en la vidriera disfrazado de Ricardo Fort!!
    Además, espantoso.
    La ciudad debe estar llena de estas alhajas, no?

    Beso.

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  2. Hola Jaz! Calculo que tu maniquí es el mismísimo maniquí que encontré yo! jajaja

    Hay muchas cosas por descubrir... incluso a la vuelta de la esquina, es sólo cuestión de estar atentos a que algo fantástico se nos cruce en el camino! Besos!

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  3. me pone triste lo del árbol. tengo cada enredadera, en mi vida. pensemos cómo boicotearla.

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  4. Y si, las enredaderas son peligrosas. Muy lindas las ajenas, poco amigables las propias. Llenas de insectos también, probablemente. Mi compañera de taller Catalina hizo un cuento brillante con una enredadera que no me puedo sacar de la cabeza. La solución a la enredadera no es fácil. Empieza probablemente de afuera hacia adentro, con gestos que pueden parecer simples, hasta llegar al fondo de la cuestión...
    pensemos, pensemos

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Felicitaciones! Ha sacado la sortija. ¿Una vuelta más?