jueves, 21 de enero de 2010

El Bicentenario se viene con todo


La verdad es que estoy muy contenta. Por fin Macri hace algo como la gente. El resurgimiento de las calesitas me pone feliz. Parece que el Bicentenario da para todo, tanto que ya encontraron la calesita oficial... miren esto.

Y si leen la nota, van a ver que estoy salvada gracias a que existe un "Programa Calesitas de Buenos Aires". ¿¿Podré conseguir esponsoreo?? ¿Me tirará el Gobierno de la ciudad un manguito? ¿Un caballito de fibra de vidrio? ¿Unas sortijas? ¿Unos temas de Menudo, Palito o similar? Igual me conformo con alguna de las pinturitas deformes del pato Donald bailando la conga o un Mickey Mouse flacucho como los que solía haber en las calesitas de mi infancia.

Meditaré con la almohada el próximo paso para Viajando en calesita, no sea que el bicentenario lo encuentre en pantuflas y sin maquillaje para la foto.

jueves, 14 de enero de 2010

Recreo!

Otra vez me tentó la fotografía... espero lo disfruten.
Un poco de verano ahora de vuelta a la ciudad. Algunos recortes de Punta del Este, Uruguay.
Por mi lado, sé que lo disfruté, y ya quisiera volver al mar. Extraño muchas cosas, entre ellas los mejillones a la provenzal, los atardeceres con mate y amigos, y la zambullida al mar diaria saltando aguas vivas en la mansa.


Un mar de gente o gente de mar, no estoy segura.

Luces que sólo duran un instante sonríen desde el horizonte.

Un muelle al que le gusta nadar y un hombre que emerge de las profundidades.

Todo a cuestas en la terraza o en el barco, gaviota incluída.

La naturaleza esteña en acción.

Los que vuelan y los que miran.

Y sólo somos un granito de arena.

Día y noche se funden, y perdemos la noción del tiempo.

El premio visto desde la ventana: un arcoiris doble después de la tormenta.