Tengo fascinación por los neones. No sé por qué, pero me encantan. Creo que si me voy a las Vegas me quedo encandilada, literalmente. Ni hablar si alguna vez piso Nueva York o Japón. Me quedaría mirando como en shock, medio tiesa, quizás asomaría un hilito de baba. No sé.
Por lo pronto, un día que iba con cámara al hombro (bueh, no tan literal) aproveché para retratar a Ferreiro, una muy buena pizzería almagrense. Que disfruten. Si tienen una fainá a mano mejor.
Nótese el detalle de los azulejos en la fachada. 
Deme medio día y quizás le tengo una sorpresa relacionada con el neón.
ResponderEliminarYo me quedo a diario mirando la megapantallagigante que hay en la 9 de Julio y Corrientes, pero ayer vi que con la lluvia se quemaron varios pixeles, aunque cada pixel tenga 42"!!!
ResponderEliminarIgual, la programación dejaba mucho que desear...
Mariano: si si, sorpresa! Yo quiero!
ResponderEliminarAS: yo también me quedo mirando lo mismo.
Todavía extraño el cartel de chapitas de Grundig, así que imaginese lo que es para mi ver esa pantalla gigante. Y también tiene pixels muertos??!! Qué cosa!