lunes, 15 de marzo de 2010

Confesiones de taxistas


Las charlas de taxistas o remiseros merecen un punto y aparte. Cuando estoy por tomarme un taxi, todo intento de escudriñar la cara del taxista es inútil, no sólo por mi astigmatismo, sino porque no puedo saber cuántas ganas de charlar va a tener. Más que nada porque una vez que estás subida a un taxi, sos público cautivo del tachero. Y si estoy escuchando música con auriculares, me los saco antes de entrar, como por respeto. Las charlas con taxistas varían de tono, entusiasmo y pasión dependiendo del tema. Podrá tomar forma de monólogo (del tachero si necesita desahogarse o propio, por mismo motivo), de diálogo, de discurso dictatorial, o clase abierta -si son más de uno los pasajeros, claro-. Pero siempre, siempre puede suceder el milagro de la confesión.

Las charlas con un peluquero / estilista seguramente de mantener una cierta constancia, tendrán como característica la construcción de una relación de confianza, cabeza a cabeza. En el caso de las charlas con taxistas, es claro que tiene una característica clave: son fugaces y únicas, irrepetibles, una suerte de catarsis, a sabiendas de que sería muy difícil volver a cruzarse con el mismo chofer. ¿Cuál es la chance de que te vuelva a tocar viajar con el mismo taxista? ¿O con el mismo remisero verborrágico?

El otro día tuve la suerte de volver a encontrarme con un remisero con el que viajé un año atrás. Y lo malo es que recordaba todo lo que habíamos charlado, con algunas alteraciones, claro, pero más o menos ahí estaba el contenido en su continente... y lo peor es que... yo me acordaba de todo lo que me había contado. El problema: el viaje era a Ezeiza... Empezó él, clarísimo porque estaba tan cansada que no lo reconocí. *

¿Vos no vivías antes en la calle Guemes? Ah, te mudaste, claro. Te juntaste con tu novio, si me acuerdo, que justo esa noche te llevaba de Aeroparque que tenías una cena, algo así, no? Ah, no, no era cena. Me debo estar confundiendo con otra chica que trabaja en Aerolíneas que me contaba algo parecido.
Sí, yo me separé al final. Cómo te acordás, eh. Si, de la mujer con la que me había juntado, que estábamos de novios desde hacía dos años. Y mirá, hice todo lo posible porque la relación funcionara, pero no hubo lo que hacerle. Ella era muy celosa, muy celosa. Mirá que soy más bueno que Lassie, pero no hubo lo que hacerle. Me volvía loco, loco. No sabés. Cualquier cosa le despertaba unos celos terribles. No me dejaba ni siquiera ver una película donde estuviera una mujer. No podía hacerle ni un comentario de mi ex, nada. Ni juntarme con mis amigos a comer un asado, que ya pensaba que andaba con otra.
Y eso que fuimos a terapia de parejas, un montón de tiempo. Y la doctora le decía que ese miedo desmedido que tenía ella era porque como había quedado viuda, le agarraba una inseguridad tremenda y entonces como que me quería agarrar. y yo aguanté, pero bueno, la verdad que se me hizo insoportable, por mucho que yo la amaba, tuvimos que separarnos.


Me dio un poco de tristeza por el señor, pero bueno, cada uno con su tema, no? Quizás el próximo año (espero) lo encuentre mejor parado. O mejor sentado. De mis confesiones al taxista... no las voy a contar!

Será cuestión de esperar la próxima entrega.

Nota de la redactora: Más confesiones de taxistas próximamente por su blog amigo.
* menos cansada y lúcida... tampoco lo hubiera reconocido.

5 comentarios:

  1. Jajaja... si, los taxistas te cuentan cada cosa... Es como que la impunidad de no volver a verte les quita toda verguenza!

    Besos!

    D

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  2. Si, es un rubro extraño. A veces ofician de psicólogos también... con la misma impunidad! Beso!

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  3. El problema es que después de tirarles tres o cuatro monosílabos te empieza a dar culpa y decís "ok, acá vamos", y ahí cagaste. Porque si vos decís que la tangente es especialidad femenina, ni hablar de los tacheros. No sé, son logarítmicos o qué.

    En fin, por ahora te vas a tener que conformar con mis comentarios (que soy más amateur que vos, creeme), pero en cuanto alguien se desubique un poco y aparezca Mabel, te la mando a blasfemar por aca.

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  4. Si tuvieras un Tag "de taxis" se lleva todos los premios; o, en una analogía con tu página, saca sortija cada 2x3!
    Salute!

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  5. Hola As! Qué buena idea la del tag... me parece que la voy a implementar porque hay blog para rato sólo con anécdotas de taxis. Gracias por el comment y bienvenido! Y quedo en pasar a visitar por su casa. Saludos!

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Felicitaciones! Ha sacado la sortija. ¿Una vuelta más?