domingo, 21 de marzo de 2010

Manual de Primeros auxilios para libros


Para explicar mejor el proceso de revivir un libro que se desencoló.

1. Se sujetan la totalidad de las hojas con dos ganchos, o con lo mejor que se encuentre para que haga buena presion y sujete el lomo lo más que se pueda.

2. Si nuestro bonito libro tiene pegamento viejo, intentar removerlo, ya sea con una trincheta (OJO, sólo para habilidosos o conocedores de su manejo! Caso contrario tener el número de la urgencia medica a tiro), o bien otro utensillo. De ser posible, marcar unas ligeras hendiduras en el lomo para que el pegamento pueda agarrarse mejor. Esta operación puede realizarse también con una sierra. No excederse, es apenas una leve caladura que si supera el milímetro puede acarrear graves consecuencias al paciente.

3. Se aplica la plasticola o afín, solamente en el lomo, sin que se expanda hacia la 1º hoja del libro o a la última, procurando que no quede excedente.

4. Se agregan las tapas, y se vuelve a sujetar todo juntísimo con los ganchos o similar. Se deja reposar unas horas, y listo! Nuestro paciente ha revivido!

Así anda paseando ahora Octaedro. Chocho.

5 comentarios:

  1. No hay nada como un buen libro. (y si esta en buenas condicienes, mejor...)

    Octahedron in Wonderland.

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  2. Me encanto la explicación amiga!
    Buenisimo

    Besossssss

    D

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  3. Blackbird, gracias por comentar! Octaedro definitivamente es un buen libro, ahora menos esquivo que antes. Aunque se aburrió del bondi y se las picó para Wonderland. Está como loco. Ya volverá...

    Des, me alegro de que sirva!!! Acordate la próxima vez que maldigas porque no podés leer un libro. besos!

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  4. ¿Vos habías convocado a Mabel, no?

    Bueno, dejame que te diga:
    Primer paso, tener al menos una porción decente de motricidad fina, que no es el caso. Segundo paso, tener ganchos y no tener que recurrir a los dientes como tengo que recurrir para sujetar todo desde que vivo sola y no gozo de las comodidades de los broches o la cinta scotch. Tercer paso, aguantar hasta que seque y no meter mano empeorando todo un poco, y después empeorar todo mucho tratando de emparejar.
    Cuestión, terminás todo gangrenado por haberte cortado los dedos y tragado plasticola. Desastre, la verdad. Desastre.

    Con toda la onda del mundo.
    Mabel.

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  5. Jajajaja! Le respondo a Mabel? Totalmente cierto todo lo que comentás. Sin motricidad fina ni ganchos estás en la lona. Más vale te voy llamando a la urgencia médica. O cuando tengas una urgencia editorial se lo das al librero amigo que engoma talonarios y ahí la zafás.
    Yo, que he vivido sola, te arreglo un libro pero no te cuelgo un cuadro ni a patadas. En mi casa existía una trincheta pero no así un martillo. No te creas que improviso, ya he encuadernado unas cuantas veces, pero nunca rescatando un libro. Saludos!

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Felicitaciones! Ha sacado la sortija. ¿Una vuelta más?