martes, 1 de septiembre de 2009
El encuentro
– ¡Hola! – dijo una voz, en plena calle, hice de cuenta que no escuchaba nada y seguí caminando.
– Hola, ¿no me reconocés? – dijo la voz, insistente. La cara se me apareció borrosa en medio del barrio chino. Era una de esas noches donde el tiempo parece quieto. El calor aún no había dejado a la ciudad. La calle estaba rodeada de lámparas, guirnaldas, y gente caminando. Una mezcla de aromas invadía el aire, que lo repartía impune. El chico de la voz podría ser... cualquiera. Me acerqué unos pasos para ver si mis ojos lograban reconocerlo.
Si, en efecto, era un viejo compañero de trabajo. Estaba con su mujer (la recordaba más alta), de modo que la saludé, y les presenté mi novio a ambos. Realmente me puse muy contenta de encontrarlo.
– ¿Cómo estás, tanto tiempo? ¿Qué es de tu vida?
– Todo bien, acá, paseando un poco. – recordé que tenía una hija muy linda.
– ¿Cómo está la gorda? Debe estar enorme. ¿Cuántos años tiene ya? – pensé que cuatro.
– Seis. Si, está enorme.
– Qué bueno, me alegro mucho. Tenés que subir fotos de tu hija, ¡la tenés oculta!
– Si, es cierto, hace mil que no subo fotos... prometo.
– Che, me pone muy contenta verlos juntos. Se los ve muy bien, me alegro que hayan campeado la tormenta. – mi amigo sonreía, parecía contento. Me pareció que ella miraba hacia el piso, y que la sonrisa se le desdibujaba (¿no tenía el pelo largo?). Sabía que habían pasado tiempos difíciles. Me parecía muy tierno verlos tan bien, sobre todo por la petisa. – ¿Van a comer a algún lado? – mi novio me miraba raro, no sé por qué.
– No, no, venimos del cine. Y ya nos estamos volviendo. – ella parecía inquieta. Daba vueltas con el pie sobre el piso, giraba un poco el cuerpo, como si ya quisiera irse. Me pareció que era una lástima, hasta ahora, nunca la había conocido en persona...
(continuará)
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Amiga... ¿Estás segura que era la misma chica??
ResponderEliminarMira que solés ser distraída........
Besos!
D
Jaja! Cuánta ansiedad... ya lo vas a descubrir...
ResponderEliminarCualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. :D
Besos!