Mi amigo parecía seguir interesado en seguir charlando. Así que tomé coraje para continuar la conversación.
– ¿Y ustedes a dónde van?
– Nosotros estamos yendo a cenar.
– ¿A dónde? – noté cierto desagrado en el rostro de la chica –
– A todos contentos.
– Ah, es un buen lugar. – mi amigo sonreía, la chica parecía intranquila (¿habrá adelgazado?), y miraba hacia atrás cada vez con más frecuencia. Me pregunté si se habría olvidado algo, o si tendría que estar en otro lugar en ese mismo momento. Ante tamaña muestra de negación a la charla, me forcé a hacer un comentario amable...
– Nos tenemos que encontrar otro día, a tomar algo los cuatro, más tranquilos, ¿no?
– Sí, si, seguro. – respondió mi amigo, asintiendo sin dejar de sonreir.
– Además así conozco a la gorda.
– Bueno, que pasen bien. Qué lindo verlos.
Fue ahí que hice el último intento de levantar un momento inlevantable...
– Che, y por favor, acordate de subir fotos de ustedes más recientes. Ni ví las de su casamiento, ponete las pilas, que las que ví por última vez eran de hace seis años. – ella ya ni siquiera miró y casi podría decir que empujaba a mi amigo.
Después de un rato de caminar, quise hacer un comentario a mi novio al respecto – Me pone tan contenta verlo bien, vos sabés que estaba de mal la última vez que charlamos... Más que nada por la gordita, imaginate, tan chiquita... – El me miraba como si fuera un ET, no sé por qué – Camila se llama, una gordita divina, pelirroja. Me pregunto a quién habrá salido...
A ella no se le parece en nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Felicitaciones! Ha sacado la sortija. ¿Una vuelta más?