sábado, 22 de enero de 2011

En realidad es mucho más de lo que creo

Es extraño como una tiende a olvidar de dónde vino. Estos últimos seis años de independencia han hecho que olvide de quienes soy hija. Me bastaron sólo cinco días para recordar, cuando la semana pasada conviví con mis padres unos días en Uruguay.

¿Cómo explicar de dónde salen ciertos comportamientos que otros en la vida te atribuyen? Me han dicho que soy lenta, exagerada, pesimista. Todo eso es cierto, sin lugar a dudas, pero si pudieran ver de dónde salió todo... el origen de la cuestión... son como yo potenciadísimos, condensados como ristreto.

Los pensamientos de una mente sicotizada: ¿Seré así en un futuro cercano? ¿Mi yo exacerbado a la enésima potencia? Soy en realidad IGUAL a mi madre y a mi padre? ¿Tantos años de terapia sólo me sirvieron para encausar algunas cositas menores? ¿Hay un ADN del comportamiento?

Aquí las Conclusiones Generales:

 Herencia paterna:
  •  Soy lenta. Bastante lenta. Cosa sacada de mi padre, sin lugar a dudas. Todo a su tiempo, que es MI sentido del tiempo. Y ustedes, esperen sentados. 
Un ejemplo: "Si, ya salimos. Ya. Ya voy. dame un segundito nomás", dice mi padre antes de internarse una hora en el baño.

  • Y a veces no me quiero involucrar con las cosas, en especial esas que implican tomar acción en algo que no sé si tengo ganas, o me implica un esfuerzo extra  que no tenía pensado hacer. Entonces hago como que voy a hacer pero en realidad no hago, simulo y espero a que otro lo haga. Aplico esto directamente en la vida cotidiana, sin darme cuenta la mayoría de las veces.
Ejemplo 2: "Ah, hay que llevar la sillita para allá", y dicho esto mi padre se queda mirando a ver si soy yo quien la mueve.


  • Soy un poco hipocondríaca. Lo estrictamente necesario como para calificar como parte del grupo. ¡Cualquier cosita puede ser un tema enorme! Y hay que ocuparse, obvio. Si hay que hacer vida sana, comer sin sal, o hacer ejercicios, se enfoca y va hacia ello con fervor y fanatismo. Todavía no me armé rutinas tan marcadas como las mi papá, pero estoy en camino. En unos años les cuento. Como ejemplo, podemos mencionar que todos los días él salía a caminar, nadar, y andar en bici. Yo sólo un día me fui a correr e hice yoga. Bastante bien.

 Herencia materna: 

  • Soy exagerada. Pero no tanto, o eso creo. Lo que creí recurso literario es en realidad herencia directa e intravenosa. (Pero menos mal que por lo menos canaliza para alguna veta)
Un ejemplo, dicho por mi madre: "No sabés. (En el invierno) casi me muero. No te quise contar nada porque como estabas tan ocupada"... 


  • Soy dramática. Debe ser que soy tan neurótica como el mismo y genial Woody Allen plasmó tan bien en sus películas.
Ejemplo dos: Pero mirá esto que pasó ahora fue así, en un futuro va a ser un desastre!

Bueno, creo que fue suficiente muestrario. ¿Podemos poner moraleja? De tal palo, tal astilla. Guille, estás advertido.

1 comentario:

  1. Y te quedaste cortita!!!!!!!!!!, hace tiempo que no me reía tanto!!!!!,te dejamos temas para muchos cuentos!!!!, y gracias por escribirlos así!

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Felicitaciones! Ha sacado la sortija. ¿Una vuelta más?