Nuevas formas de expresión empezaron a surgir en este breve tiempo que la escritura creativa dejó. En año nuevo apareció una cámara fotográfica que hizo las delicias del verano y permitió ampliar el límite de lo conocido. Un taller de ilustración vino en el momento en que más lo necesitaba, y si bien estoy realmente más orgullosa del trapo sucio que de mis trabajos, va por buen camino. La escritura volverá, eventualmente, a brotar por las aguas de viajandoencalesita, más seguro pasado junio, jeje.
De mientras, algunas cositas para deleitar el ojo.
La vista en vacaciones
La cámara en el agua
La cámara en el agua 2
La cámara bajo el agua
Bruno juega
Un poco de movimiento
Universos marinos aparecen...
...en ilustraciones extrañas
A remojarse en el mar!
ResponderEliminarfotos bellas bellas!
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