martes, 19 de abril de 2011

La experiencia de la lectura

Bueno, como estoy pensando en perfeccionar un poco mi lenguaje escrito para la parte académica, me permito un pequeño texto sobre la lectura. Empiezo con capitular.
Está claro que la experiencia de la lectura no es la misma en todos los casos.
Convengamos contrastar la lectura de literatura con la de textos de estudio. Lo que se verifica es la existencia de dos fenómenos totalmente opuestos.

Por un lado, la lectura literaria propone una pausa, un relax, una situación placentera frente al bombardeo cotidiano. El objeto libro con su aura y materialidad física nos invita al descanso, a concentrarnos en el contenido; la disposición de los márgenes, la materialidad del papel y la tipografía seleccionada tendrá una relación óptima en su morfología (en el mejor de los casos) para que su lectura sea sencilla.

Por el contrario, la lectura de textos de estudio demanda una atención distinta. 
La idea central es la de aprovechar al máximo cada segundo disponible, resaltador y lápiz en mano. De este modo, lo que sucede es que usted lee, lee y recontralee lo más posible. Lee en el colectivo. Lee en el tren. Lee en el taxi. Lee en una fila del banco esperando que el cajero lo atienda. Lee en la cola del súper mientras con el pie toma esa lata de arvejas que se olvidó. No le importa nada. Ni si es de día, o de tarde, o de noche. Tampoco si llueve o hay sol. Si está atento o disperso. Al texto no le importa nada y a usted tampoco. No le importa si a su lado hay un señor molesto que habla en su oreja a los gritos por celular, o si la corriente humana lo lleva en andas de un lado a otro. En definitiva, no le importa nada más que tratar de terminar ese maldito texto.

Lo propio sucede con la lectura misma del texto. Si la lectura en sí ya era un tema complicado, súmele el tener que leer estos papeles con tonner, abrochados a la buena de dios, diseñados por el enemigo. Pueden causar dolores de retina, vista nublada y dolor de cabeza. Náuseas en el peor de los casos.
También se puede observar el fenómeno de los malabares con el resaltador o lo que se tenga a mano para garabatear la fotocopia. Si la línea llega a ser recta, usted se ha sacado un muy bien - felicitado.

Haciendo foco en cómo es este material fotocopiado que viene a ilustrarnos acerca de cuestiones específicas, hay características propias que merecen su desarrollo. Usted bien sabe que en un día de suerte, le puede tocar un apunte realizado de un libro, y en uno muy malo el de un proto-diseñador de apuntes de CBC. 

Usted se da cuenta de que el trabajo lo ha realizado un proto-diseñador cuando observa que los textos han sido armados en arial bold o alguna tipografía muy geométrica que impida que reconozca una "a" de una "o", puede tener un tamaño de cuerpo gigante o muy chico, o tener líneas de texto demasiado largas donde el ojo empieza a dar vueltas como loco tratando de encontrar la próxima oración, el espacio entre líneas apretado como si la hoja costara oro. Sin mencionar el problema de que nuestro proto-diseñador entienda que los márgenes son una necesidad y no un lujo.

Si leyó esto hasta aquí, se merece un premio. Porque la lectura de blogs requiere de otras capacidades y destrezas. 
Les saluda atentamente y se va a leer...
G.
 

1 comentario:

  1. Ay diossssssssss, lo peor de todo es cuando están mal hechas las fotocopias y faltan unos 5 o 7 caracteres de algun lado del texto ¡y hay que estar adivinando! como la parí con eso el año pasado, maldito seas PsyCopy!!!

    Jajajaja
    Hice catarsis

    Que bueno que volviste, calesitera!

    Besos

    M

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Felicitaciones! Ha sacado la sortija. ¿Una vuelta más?