¿Quién alguna vez no tuvo un olvido, una distracción? ¿Quién pensó que quizás su mente había envejecido prematuramente al olvidar el cumpleaños de un ser querido? ¿Y qué hay de olvidar calles, sonidos, caras y nombres? Es un acto del inconsciente que viene en rescate de la propia concentración, eligiendo a qué prestar atención y a qué no? ¿O es un sabotaje permanente? Por todas estas cosas... siempre está el momento alzheimer del día. La única pregunta que me puedo hacer es... ¿cuál va a ser hoy?
Jajajjaa...
ResponderEliminarMe encantó el momento Alzheimer, amiga!
Te mando un besote
D
Gracias Des! Te iba a pedir tu opinión profesional sobre el tema, pero mejor no, jajajaaj!
ResponderEliminarBesos amiga!
Oh, Dios! Espero que no sea el mismo momento en el que el carnicero me pregunte qué quiero, luego de esperar 15 minutos de cola. Saludossss.
ResponderEliminarGracias Delius! Me siento acompañada.
ResponderEliminarNo sé qué es peor: si olvidarte de lo que querés cuando estás en la carnicería, o darte cuenta de toodo lo que olvidaste comprar cuando llegás a tu casa atiborrada de bolsas del super... Saludos!
Una vez eructé en el colectivo, rodeada de gente, porque me olvidé que estaba en un colectivo, rodeada de gente. ¿Cuenta?
ResponderEliminarY, si! jajaja!
ResponderEliminarJazz, qué poder de concentración para olvidar tanta gente! Saludos desde la calesita y gracias por pasar.