El tema de elegir... de discriminar qué corno es lo importante nunca me pareció fácil.
El conjunto, la totalidad me es indivisible.
Porque la idea entera es lo primordial.
Entonces hago estas chanchadas. Verdaderos despilfarros visuales. Páginas enteras engolosinadas chorreantes de pintura. Glotonería de marcador con gula de papel, exhuberancia flúo, desparramo de niveles de lectura con codificaciones tibias y empalagosas, salpicadas con un toque de lápiz negro.
[Amarillo que subraya tímido es que es medianamente importante, a fondo sobre la línea es importante, naranja es clave. Ahora, naranja sobre amarillo es tremendamente vital].
... y esta palabra también merece flúo.
... este párrafo es clarísimo.
... no puedo no subrayar esto.
...
... bueno, todo.
...
así no voy a ningún lado.
o sí?
JA JA JA JA... Odio la gente que subraya.
ResponderEliminarPasa... lo peor es que después no sirve a modo de resumen. Uno trata de recordar el párrafo tal cual está escrito y termina derrapando o hasta tergiversando el sentido mismo de la idea!
ResponderEliminarNo me preguntes a mi si el postgrado sirve; lo que sirve es que hayas decidido hacerlo!
Beso.
Amiga siento contradecirte pero la materia es DI-VI-SI-BLE.
ResponderEliminarSino probá agarrar esa hojita triste a tijeretazo limpio.
Jajajaa
Yo soy subrayadora compulsiva como usté. Y suelo usar dos colores, o tres, depende de cuantas veces tenga que leer el tesssstito en cuestión.
Besotes!
D... o M...
No sé qué haré cuando encare Especialización o Postgrado, pero en secundario y universidad, un desastre.
ResponderEliminarResaltaba como primer resumen. La segunda subrayaba, como segundo resumen. Y después, lo copiaba.
Ta bien, mis resúmenes y apuntes de clase, eran requeridos, pero... qué pelandruna!
yo tengo un sistema buenísimo que no subraya párrafos, sino que redondea palabras. un día te lo enseño, si querés.
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